Las nuevas tecnologías son sinónimo de innovación y mejora de la calidad de vida. Gracias al móvil y a la tablet podemos comunicarnos a distancia y casi en tiempo real con personas de todo el mundo. Pero la realidad es que, además de alterar las relaciones sociales, estos dispositivos tienen también efectos colaterales no siempre agradables. Como por ejemplo el dolor de cabeza y la tensión cervical. No hablamos de contaminación electromagnética sino de la postura corporal, en especial, la del cuello.

Hasta 4 horas al día con la cabeza inclinada

Según un reciente estudio de Kenneth Hansraj, jefe de cirugía espinal del New York Spine Surgery and Rehabilitation Medicine, pasamos entre 2 y 4 horas al día con la cabeza inclinada sobre el móvil para escribir, leer o jugar. En un año, según este estudio, se sufren entre 700 y 1400 horas de tensión cervical, que llegan a 5000 en el caso de personas que pasan la mayor parte del día con la cabeza agachada sobre el móvil o sobre libros. Resultado lógico: aumento de la probabilidad de sufrir dolor de cabeza crónico.

Cuando el móvil provoca dolor de cabeza

Estar todo el día con la cabeza agachada sobre el móvil ejerce una tensión en la parte cervical de la columna vertebral comparable a una carga de 27 kilogramos de presión, el peso de un niño de 7 u 8 años. Una postura encorvada que a largo plazo aumenta las probabilidades de sufrir enfermedades crónicas como dolores de cabeza y, en casos extremos, lesiones en la columna vertebral.

Estrés provocado por el móvil: hasta 22 kilos sobre el cuello

El peso que soporta el cuello cuando agachamos la cabeza sobre el móvil depende sobre todo de la inclinación de la cabeza: una curva de 15 grados equivale a 12 kilos de presión, 30 grados a 18 kilos y 45 grados a 22 kilos.

Dolor de cabeza y pérdida de la libido

Anteriores estudios han asociado la mala postura del cuello causada por la “dependencia” al móvil con otros problemas tales como dolor de espalda, aumento de peso, ardor de estómago y problemas respiratorios. Según algunos investigadores, la mala postura puede provocar depresión, ira y pérdida de la libido.