Para empezar, rompe el ritmo ante la pantalla del ordenador. Haz una pequeña pausa relax cada hora para relajar los músculos todo lo posible. Puede ser una caminata mientras hablas por teléfono, una escapada al baño o levantarte para ir a por un vaso de agua: hazlo así y verás que los músculos de tu cuello estarán más relajados al final de la jornada; te lo agradecerán.
Delante del ordenador mantén el torso siempre recto pero no rígido. Para adoptar una postura correcta frente al ordenador, sigue estos sencillos trucos: mantén el cuello recto, los hombros relajados y la espalda apoyada en la silla. Procura que los codos lleguen a la altura del escritorio y que los pies estén bien apoyados en el suelo. ¿Has aprendido? Esta es la postura correcta frente al ordenador.
Pasemos ahora a la vista: para no dañar tus ojos, procura mantener el monitor del ordenador a una distancia de entre 50 y 70 centímetros del rostro. ¿Otro consejo? Evita cruzar las piernas, de esta forma no obligarás al torso a inclinarse tanto hacia adelante.
Para mantener una postura correcta, recuerda que el escritorio debe estar ligeramente inclinado y la pantalla debe mostrar colores poco brillantes. En concreto, debes evitar el contraste en blanco y negro.
Si buscas la postura perfecta frente a tu ordenador, compra una silla giratoria de altura regulable, con respaldo inclinable y sin brazos. Ten en cuenta que la distancia ideal entre la silla y el escritorio es de unos 30 cm. ¿Y si no llegas al suelo? Sin problema: utiliza un reposapiés.