"La curación comienza en los intestinos": ya lo decía Hipócrates, el médico griego considerado fundador de la medicina. La medicina ayurvédica, de la que se han hallado restos escritos en libros sagrados indios de hace 2000-2500 años, asegura que más del 70 por ciento de las enfermedades que afectan al hombre se originan en el intestino.
La limpieza intestinal, que elimina todas las toxinas presentes en el cuerpo, debe ser la base de cada los tratamientos, pero actualmente, ante la ausencia de estudios que confirmen su eficacia, esta práctica ha sido relegada a la medicina alternativa. El intestino no solo es importante para los procesos de digestión y evacuación, sino también para la salud de todo el cuerpo. De ahí que la limpieza intestinal se haya considerado desde siempre mano de santo para la salud humana.
La limpieza intestinal elimina células muertas, mucosidad y bacterias que pueden causar infecciones, y permite introducir eventuales fármacos. Esta práctica puede realizarla un médico o la persona en su propia casa. La limpieza intestinal en casa se realiza con una serie de instrumentos adecuados que, conectados al grifo, inyectan agua en el recto y recuperan el material liberado durante la subida. El agua proyectada relaja delicadamente el colon y estimula la contracción del intestino que la elimina a través del tubo de descarga.
La limpieza intestinal es un método eficaz para favorecer el bienestar de la persona y para aliviar una serie de problemas intestinales, como el estreñimiento, la diarrea, las hemorroides y el colon irritable. De hecho, la limpieza intestinal suele practicarse como preparación a la colonoscopia y otras exploraciones radiológicas. Tras la limpieza intestinal crece la flora bacteriana considerada beneficiosa, lo que redunda en la salud del organismo humano.