Empieza tu chequeo con el tradicional análisis de orina, cuyo informe te ofrecerá un panorama de tu estado de salud. Este análisis valora características físicas como el color, el aspecto, el olor y algunos componentes químicos de la orina como la presencia de proteínas, sangre y glucosa. La concentración de glucosa, como sabes, es clave para detectar la diabetes.
Con el análisis de sangre, tu médico comprobará si tus valores están dentro de lo normal: hematocrito, transaminasas, etc., pero sobre todo, el análisis de sangre permite detectar la anemia, una enfermedad de la sangre que puede tener consecuencias muy graves en tu salud si la hemoglobina desciende muy por debajo del umbral normal.
¿Te encanta la comida grasa y no puedes renunciar a tu bistec diario? Uno de los principales datos del análisis es el porcentaje de colesterol, un índice fundamental para saber si te expones al riesgo de patologías cardiovasculares.
El análisis de sangre te servirá a ti y a tu médico para contar el número de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Son parámetros importantes para valorar el estado de salud general de tu organismo: de los riñones al hígado hasta las funciones hepáticas y los huesos.
El chequeo podría incluir también, si así lo decide el médico, una visita al cardiólogo para la realización de un electrocardiograma. El gráfico de la actividad eléctrica de tu corazón permite detectar de manera precoz cualquier indicio de enfermedad cardiovascular.
Si eres mujer, además del análisis de orina y de sangre, el chequeo incluye una ecografía mamaria y una mamografía digital bilateral. La importancia de estas pruebas es inmensa ya que el cáncer de mama sigue siendo la primera causa de muerte oncológica entre las mujeres y su detección precoz permite actuar a tiempo y con la máxima eficacia.
Si eres mujer, además de las ecografías, el médico podría reservarte una cita con el ginecólogo, al que debes ir al menos una vez al año. Durante el chequeo, si lo deseas, podrás resolver dudas sobre temas varios como la anticoncepción, las enfermedades de transmisión sexual, la fecundación asistida y la menopausia.