Uno de los productos más habituales en farmacias son los lavados nasales a base de solución fisiológica, la cual puede ser de dos tipos: isotónica e hipertónica. La solución isotónica se emplea sobre todo con fines preventivos para la higiene de las cavidades nasales, mientras que la hipertónica está más indicada como complemento natural del tratamiento contra el resfriado y para eliminar el exceso de flema en las vías respiratorias. La diferencia reside en la concentración de sales marinas: mientras que la solución isotónica tiene un porcentaje de cloruro de sodio similar a la concentración salina que se encuentra de forma natural en las células del organismo (del orden de 0,9%), el de la solución hipertónica es mayor, un 3%.
Como hemos apuntado, en la farmacia podemos encontrar dos tipos de soluciones fisiológicas: la isotónica y la hipertónica. La primera se puede utilizar continuamente, pero la solución hipertónica para limpieza nasal te la pueden recomendar directamente el médico o el pediatra de tu hijo. De hecho, su mayor porcentaje de cloruro de sodio permite un lavado más profundo, proporcionando un verdadero alivio a la congestión nasal.
Las soluciones fisiológicas para lavado nasal de grandes y pequeños están disponibles en dos formatos: spray y ampollas. Si buscas practicidad por encima de todo, debes saber que el spray es más inmediato y sencillo de usar que las ampollas.
En el caso de niños muy pequeños, menores de un año, la limpieza de la nariz supone una operación delicada. Para ellos, existen los aspiradores nasales, dispositivos que permiten eliminar la mucosidad de los bebés. Son una alternativa práctica a las soluciones fisiológicas.
Si eres un apasionado de Oriente, debes saber que las duchas nasales que se venden en las farmacias están inspiradas en el Jala Neti, un instrumento de higiene nasal utilizado en la India desde hace milenios: consiste en una especie de ampolla con agua caliente que se introduce en la nariz mediante una cánula o boquilla. Si la irrigación nasal se ha realizado correctamente, la solución fisiológica entra por una fosa nasal y sale por la otra, en un flujo de agua continuo que limpia las vías respiratorias.