Las inyecciones intramusculares son una alternativa cómoda cuando la persona no puede ingerir los fármacos por vía oral (algunas enfermedades alteran la capacidad de absorción) o cuando tiene problemas de deglución. Pero además, la vía intramuscular es la más indicada para inyectar fármacos que son neutralizados por los jugos gástricos o por el hígado, así como fármacos biológicos como las vacunas. También es adecuada para administrar antibióticos o algunas hormonas.
Como hemos apuntado, las inyecciones intramusculares aceleran la absorción (unos 20 minutos) y son menos dolorosas que las subcutáneas. Esto se debe a la rica vascularización de las fibras musculares y a la escasa presencia de terminaciones nerviosas. Además, la vía intramuscular se prefiere a la subcutánea cuando se necesita inyectar mayores volúmenes de fármaco. Recuerda que el volumen máximo de fármaco intramuscular que puede inyectarse es de 5 ml para los adultos.
La administración del fármaco intramuscular se utiliza sobre todo para soluciones acuosas con absorción rápida pero también para preparaciones especiales oleosas con función de depósito en el músculo. En este caso, el principio activo se libera lentamente en la sangre y su efecto es prolongado en el tiempo. En general, la vía intramuscular permite que el principio activo actúe de una forma más rápida y específica que la oral, aunque es más lenta que la intravenosa.
Para acelerar aún más el efecto de la administración intramuscular del fármaco, horas después de la inyección se puede masajear la zona de la punción o realizar un poco de actividad física. Estas acciones aumentan la circulación de la sangre y facilitan la absorción de los principios activos del fármaco.
En los recién nacidos o niños pequeños, la inyección intramuscular se utiliza para la vacunación. El fármaco se absorbe más rápidamente por vía intramuscular que por vía subcutánea.
La rapidez de acción del fármaco suministrado por vía intramuscular depende de la irrigación del tejido: en el deltoides, por ejemplo, el fármaco se absorbe más rápidamente que en el glúteo.