La hipertensión no solo afecta a los mayores
Según una encuesta reciente de la Sociedad Italiana de Pediatría, cuatro de cada 100 niños son hipertensos ya desde primaria pues la hipertensión está estrechamente relacionada con el sedentarismo y el sobrepeso. Pero la hipertensión se puede prevenir -incluso en niños- incorporando unos sencillos hábitos en nuestra vida cotidiana. ¿Cuáles son? Vamos a verlo juntos.
¿Padres hipertensos? Mide la tensión de tu hijo desde los 3 años
La hipertensión se hereda: si eres padre o madre y eres hipertenso, tu médico te aconsejará que empieces a medir la tensión de tu hijo con regularidad a partir de los 3 años. Puedes incorporar la medición de la tensión en el chequeo que hace un seguimiento de la salud de tu hijo desde la infancia. Te damos algunas cifras: un estudio realizado por investigadores del Karolinska Institutet de Estocolmo demuestra que el riesgo de enfermedades cardiovasculares en los niños aumenta de un 43% a un 55% cuando la madre padece alguna de estas enfermedades, y de un 17% a un 41% cuando el padre es hipertenso. El riesgo se multiplica por dos si los dos padres están afectados.
Si tu hijo nace con un peso anómalo, vigílale la tensión
Si el peso de tu hijo al nacer o en los primeros meses de vida es muy alto o muy bajo, tu médico te recomendará que empieces a tomarle la tensión a una edad temprana. Estos dos factores, junto con un aumento excesivo de peso en los primeros meses, se relacionan con un mayor riesgo de obesidad, hipertensión y alteraciones cardiovasculares.
El corazón también "pesa"
No olvidemos que el sobrepeso es un factor de riesgo de hipertensión desde la edad pediátrica. El sobrepeso puede provocar enfermedades crónicas, sobre todo cardiovasculares. ¿Quieres prevenir la hipertensión? Compra una báscula para pesar a tu pequeño y asegúrate de que se mantenga en un peso saludable.
Deja de fumar por el bien de tu hijo
Si tienes un hijo, puede que haya llegado el momento de dejar de fumar: los hijos de padres fumadores tienen mayor riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares en la edad adulta. Y no solo se debe al humo pasivo, también al humo indirecto, que es aquel que se deposita en los muebles, las paredes y la ropa y que, al contacto con los gases del aire, libera sustancias tóxicas que pueden permanecer en el ambiente durante meses.
El deporte, el mejor aliado para prevenir la hipertensión
Desde la natación y la gimnasia rítmica hasta el judo y otros muchos deportes, los niños tienen un montón de actividades físicas para elegir. ¿A qué esperas para apuntar a tu hijo a algún deporte? Recuerda que el sedentarismo en la infancia, es decir, pasar horas y horas delante de la televisión, el ordenador o jugando a videojuegos, también se asocia a un mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares en la edad adulta.
Fuera las bebidas azucaradas: aliméntale con un desayuno de campeones
Un consejo más de estilo de vida que puedes seguir tanto tú como tu hijo. Antes que nada, reduce el consumo de sal: los alimentos que consumimos, como la pasta y el pan, ya contienen bastante. Ten en cuenta que el desayuno debe aportar al menos el 20-25% de las calorías diarias, así que elige alimentos integrales y harinas poco refinadas y ricas en fibra. Y un último consejo: reduce las bebidas azucaradas y los zumos de fruta.
Dormir bien mantiene a raya la hipertensión
Como buen padre, ya lo sabrás: un niño que no duerme lo suficiente está expuesto a riesgos cardiovasculares y a una mayor probabilidad de sufrir hipertensión en la edad adulta. Según la American Academy of Sleep Medicine, para disfrutar de una salud óptima, los niños deben dormir -incluidas las siestas- de 12 a 16 horas (de 4 a 12 meses), de 11 a 14 horas (de 1 a 2 años), de 10 a 13 horas (3 a 5 años) y de 9 a 12 horas (de 6 a 12 años). Hasta los 13 años no se recomienda dormir entre 8 y 10 horas regularmente.