Lo primero que debes saber es que el peso marcado por las básculas mecánicas, con muelle, es más difícil de ver. Con las modernas básculas digitales, en cambio, el valor siempre es bien visible. En este caso, es importante que el display de la báscula sea amplio y que muestre el peso unos segundos después de bajarte: así, pesarse es más fácil.
Si pesas poco pero no te sientes en forma, la báscula digital inteligente te puede desvelar el misterio calculando el porcentaje de masa grasa de tu peso corporal. Según varios estudios, personas de complexión muy distinta pueden presentar los mismos valores de masa grasa. Personas que parecen delgadas y con un estilo de vida sedentario, por ejemplo, podrían tener un bajo tono muscular en relación con la masa grasa: son los falsos delgados. Si sospechas que puedes pertenecer a esta categoría, cuando compres una báscula digital multifunción, asegúrate de que en los valores calculados por la báscula aparezca "masa grasa" y después consulta siempre a tu médico para una correcta interpretación de los datos.
Si la palabra "dieta" forma parte de tu vida diaria, seguramente tendrás un diario en el que apuntes todos tus registros de peso. Si es así, te invitamos a probar la báscula digital inalámbrica. Puedes asociar este dispositivo a tu móvil y, no solo te dice el peso, sino que te permite hacer un seguimiento automático en el tiempo en una app. Además, con un simple clic podrás enviar todos los datos (en forma de gráfico o tabla) a tu médico.
Antes de comprar tu nueva báscula, no te olvides de tener en cuenta la capacidad, es decir, la carga máxima que el dispositivo puede soportar. Normalmente, la báscula doméstica oscila entre los 150 y los 180 kilogramos.
Si quieres estar en forma pero te preocupa el medio ambiente, puedes ahorrar batería en tu nueva báscula digital eligiendo un modelo con función de apagado automático. Además de prolongar su autonomía, esta función reduce el consumo energético necesario para cargar el dispositivo.