Es un hecho confirmado que el lavado intestinal favorece la expulsión de los residuos alimentarios. Si "ir al baño" no es precisamente un paseo para ti, prueba a hacerte un lavado intestinal. Los restos de comida no digerida pueden acumularse entre las paredes de los intestinos. A largo plazo, esta "estasis" intestinal provoca oclusiones parciales que afectan negativamente a las contracciones musculares del colon, que pierde capacidad para eliminar los desechos.
Un efecto directo del estreñimiento es la proliferación de toxinas y bacterias que pueden irritar el intestino e incluso dañar otros órganos. Esto ocurre cuando la concentración de productos de desecho es tal que acaban siendo absorbidos por el torrente sanguíneo. Si tu flora intestinal se ha levantado en armas, te recomendamos probar un lavado intestinal que restaure el equilibrio y prevenga la aparición de la candidiasis intestinal.
Si eres propenso a sufrir problemas intestinales como estreñimiento, diarrea, hemorroides y colon irritable, el lavado intestinal podría ser útil para que disfrutes de un mayor bienestar. Pero debes saber que hasta la fecha no hay pruebas científicas que respalden plenamente su empleo en personas sanas. No obstante, los médicos recomiendan el lavado intestinal como coadyuvante previo a la colonoscopia y en algunos trastornos específicos como el estreñimiento crónico, las lesiones de la médula espinal o en casos de alteración de la flora bacteriana.
Ni tanto ni tan poco. Sí, porque uno de los efectos secundarios del lavado intestinal es la aparición de un tipo de diarrea llamada "alteración de los electrolitos". Si sufres patologías intestinales agudas como diverticulitis, enfermedades inflamatorias crónicas intestinales o estás inmunodeprimido (tu sistema inmunológico es más débil de lo normal), el lavado intestinal no es para ti.
Aunque el lavado intestinal te siente de maravilla, no siempre es necesario. Es probable que te lo recomienden si tienes problemas de estreñimiento crónico que no responde a ningún tratamiento médico. Pero la ciencia se ha pronunciado al respecto: aunque de momento, el lavado intestinal no resuelve completamente el problema, puede ayudar a mejorar la calidad de vida del paciente durante un tiempo limitado.