Con el aerosol, fármacos de amplio alcance
El aerosol es una tecnología que ha cambiado el tratamiento de las vías respiratorias: al administrarse por vía oral permite la absorción completa de los fármacos, hasta casi el 100 por cien, y es menos invasivo que un pinchazo. Pero la eficacia del aerosol depende también, por no decir básicamente, del tipo de fármaco con que se combine la terapia.
El fármaco de aerosol depende de la patología
Todas las patologías respiratorias, del asma a la bronquitis, están asociadas al principio activo que se emplea en el aerosol. Algunos fármacos actúan en los pulmones y otros sobre la flema: en resumen, el aerosol no es un dispositivo que resuelva los problemas por sí solo, sino que solo funciona combinado con el fármaco adecuado. En la gran familia de estos remedios de la ciencia química hay mucolíticos, broncodilatadores, antialérgicos preventivos, corticoides y soluciones derivadas de productos naturales.
Tos, cuando el aerosol se combina con mucolíticos y expectorantes
Algunos fármacos de aerosol para la tos no combaten la tos en sí. Actúan sobre los efectos colaterales como el moco y la flema, secreciones que los pulmones liberan cuando son agredidos por una infección respiratoria como la tos o el resfriado. Se llaman mucolíticos y la comunidad científica todavía no es unánime sobre su eficacia. De hecho, el Ministerio de Sanidad italiano desaconseja su uso en niños de menos de dos años de edad.
Se supone que estos fármacos de aerosol “disuelven” la flema y aportan alivio a las vías respiratorias. Las sustancias presentes en el fármaco que se diluye en el aerosol actúan modificando las propiedades químicas del moco y de otras secreciones de los bronquios para reducir su producción o facilitar su eliminación a través de los pulmones (es la llamada función expectorante).
Los broncodilatadores, eficaces contra el asma
Otra categoría de fármacos utilizados en las terapias con aerosol son los broncodilatadores, una gama de sustancias que liberan rápidamente los músculos de los bronquios y atenúan, por ejemplo, los síntomas de un ataque de asma. Los hay de dos tipos: de larga y de corta duración. En la fórmula de corta duración estos fármacos de aerosol pueden ser una solución para afrontar una emergencia, mientras que, en los casos de asma persistente, por ejemplo, se pueden usar los de larga duración pero solo bajo un estrecho control médico.
Cortisona inhalable con el aerosol
Los corticosteroides son fármacos de aerosol a base de cortisona y no están indicados para tratar la clásica tos estacional o el resfriado. Al contrario, pueden ser útiles para terapias de asma crónico, afecciones pulmonares obstructivas de los bronquios y fibrosis pulmonares. Los fármacos a base de cortisona, inhalados a través de un aerosol, se consideran hasta la fecha el tratamiento antiinflamatorio más eficaz contra el asma. También en este caso será el médico quien deberá recomendar las dosis y las concentraciones.
Aerosol, un aliado contra la fiebre del heno
Una gama específica de fármacos de aerosol son los relacionados con la prevención y la cura de alergias respiratorias como la llamada fiebre del heno provocada por el polen. En este caso, el principio activo es el ácido cromoglícico, una sustancia que se inhala con el aerosol y que sirve tanto para curar la fiebre del heno como para prevenir, sobre todo en los niños, otras formas de asma alérgico.
En el aerosol también se pueden añadir aceites esenciales y soluciones fisiológicas
En el aerosol también se pueden inhalar aceites esenciales a base de eucalipto, lavanda o pino. Todas estas sustancias se extraen de principios activos presentes en la naturaleza que tienen propiedades fluidificantes y antisépticas para tratar las infecciones en las vías respiratorias. El aceite esencial debe diluirse en función de su agresividad que, en algunos productos como el abedul y la canela, por ejemplo, puede alcanzar niveles significativos. En cambio, la solución fisiológica para aerosol es totalmente inocua pues se compone de una mezcla de agua y sales minerales que contribuye a mantener limpias las vías respiratorias y previene las infecciones.