Contusiones, una onda de choque contra el cuerpo
Son el clásico golpe en la rodilla, el pie o un músculo, por ejemplo. Pueden definirse como algunos de los traumatismos ortopédicos más comunes de la vida cotidiana. Se llaman contusiones, una lesión que suele acompañarse de un hematoma, un enrojecimiento de la piel provocado por la acumulación de sangre en la zona del cuerpo afectada.
No todas las contusiones son iguales. Las hay de varios tipos: cutáneas, musculares, de tendones, articulares y óseas. En todos estos casos, no obstante, el tratamiento consiste en aplicar hielo, la denominada terapia en frío y vendajes de compresión.
Las contusiones cutáneas se manifiestan con una herida
El primer tipo de contusión es la que afecta a la piel y a menudo se traduce con una herida o un corte. Son el resultado del impacto de una parte del cuerpo, como la rodilla o el pie, contra un objeto rígido. El clásico ejemplo de contusión cutánea es la provocada por golpearse el pie contra la pata de una silla. Además del dolor y de la eventual herida se puede formar un hematoma que, siempre que no sea grave, se reabsorberá en unos pocos días.
La contusión será más grave cuando el músculo esté contraído
La contusión no siempre se manifestará con un corte o una pequeña herida. Si el golpe se produce en el músculo, por ejemplo, la contusión puede ser de carácter más o menos importante. Si por ejemplo el músculo de las piernas que recibe el impacto está en reposo, la irrigación sanguínea será menor, los tejidos estarán elásticos y se moverán en el momento de la contusión para volver a la posición original sin efectos colaterales. Si por el contrario el músculo está contraído, por ejemplo, durante un entrenamiento en el gimnasio, la contusión puede provocar una equimosis, que es un moratón provocado por una interrupción de la circulación sanguínea en la zona del cuerpo afectada y un enorme trasvase hemorrágico, causa de la abundante irrigación sanguínea del músculo en tensión.
La contusión de los tendones puede cursar con una inflamación
Otro dato que debes saber es que las contusiones en los tendones pueden desembocar en desagradables tenosinovitis, un tipo de inflamación que provoca hinchazón y dificultad de movimiento.
Si es en la rodilla puede necesitar antibióticos
También existen contusiones articulares que afectan por ejemplo a la rodilla. En este caso, el golpe causa un derramamiento de sangre y de suero en la cavidad articular incluso a las 12 o 24 horas del contacto. Hielo y reposo, también sin inmovilización total, son los tratamientos más comunes. No obstante, en caso de infección de las articulaciones, se administrarán fármacos antibióticos prescritos por el médico.
Si el golpe es contra un hueso, puede formarse un hematoma
Y llegamos a las contusiones óseas: en este caso el golpe afecta al hueso y provoca un dolor intenso, aunque solo afecte a la superficie exterior del hueso. A menudo, con las contusiones óseas, se forma un hematoma bajo el periostio (la membrana de tejido conectivo que cubre los huesos) que podría requerir incisión y drenaje. El hielo es el tratamiento inmediato más adecuado, pero además del vendaje y el reposo absoluto. Procura prestar especial atención a cómo evolucionan estas contusiones, porque podrían dar lugar a otras complicaciones. ¿Un ejemplo? La infección del periostio.