¿Tienes la nariz congestionada? A veces no es síntoma de resfriado
La congestión nasal es sin duda uno de los principales síntomas del resfriado. La dificultad para respirar y el pañuelo en la mano son signos claros de la más clásica de las enfermedades invernales. Pero no es siempre así: la nariz puede congestionarse aunque no exista resfriado. La ciencia médica define "congestión nasal" como la obstrucción de las vías respiratorias nasales. Cuando no es una consecuencia directa del resfriado, el problema de la congestión nasal tiende a resolverse de forma espontánea en pocos días, pero sigue siendo uno de los fenómenos más frecuentes en la estación fría. Descubramos juntos de qué se trata.
Tos y estornudos, síntomas de congestión nasal
La congestión nasal, incluso en ausencia de resfriado, tiene una sintomatología muy definida que no se asocia, por ejemplo, a la fiebre o al típico cansancio derivado de la infección de las vías respiratorias. La congestión nasal puede estar provocada por un exceso de flema que obstruye los conductos nasales. En este caso, la tos, el goteo nasal y los estornudos son algunos de los síntomas más comunes, además de la pérdida del sentido del olfato y, a veces, la irritación de la zona periférica de la nariz debido al uso excesivo de pañuelos de papel.
Rinitis alérgica: congestión nasal sin resfriado
Pero cuando la nariz está congestionada y no estamos resfriados, puede ser síntoma de otro problema: la rinitis alérgica, que puede ser una reacción a las flores, al polen o a los ácaros del polvo. La rinitis alérgica puede ser intermitente o persistente según la duración de los síntomas; y leve, moderada o grave dependiendo de hasta qué punto impide hacer las actividades cotidianas. Sin mencionar que la alergia a los ácaros del polvo puede provocar síntomas casi constantes si no limpias a diario tu casa o tu oficina.
Rinitis no alérgica: infecciosa, irritante, medicamentosa
Además de la alergia, otra causa de la congestión nasal sin resfriado son las infecciones víricas o bacterianas (rinitis infecciosa) o la inhalación de sustancias químicas transportadas por el aire (rinitis irritante). También hay patologías que se asocian a este fenómeno de obstrucción nasal sin resfriado, como la disfunción de la hormona tiroidea. Las mujeres embarazadas o en periodo premenstrual también pueden experimentar estos síntomas y las personas que toman fármacos vasoconstrictores y aspirina pueden sufrir congestión nasal sin resfriado (rinitis medicamentosa o rinitis iatrogénica). Todos estos trastornos se agrupan bajo la categoría de rinitis no alérgica.
Inhalaciones, un remedio para despejar la nariz cuando no estamos resfriados
Las abuelas conocen un remedio muy eficaz para despejar la nariz congestionada sin resfriado (cuando no es rinitis alérgica): las inhalaciones de toda la vida, baños nasales con vapor de agua que, además, se pueden hacer cómodamente en casa. Con las inhalaciones inspiramos vapor, lo que aporta una sensación de confort inmediata. El agua caliente de las inhalaciones se puede enriquecer con hierbas y especias con propiedades antiinflamatorias y balsámicas. Por ejemplo, albahaca, eucalipto, lavanda, limón y romero.